La ciudad ennegrecía lentamente a medida q los minutos avanzaban. Los interminables rascacielos se cubrían poco a poco de ese manto oscuro. En las calles, farola-sí farola-no iluminaban un pequeño círculo de acera q permitía hacer sentir al peatón un poco menos muerto.
Jack desde su gran ventana contemplaba el panorama, esa fue una de las

Pero esa noche iba a ser distinta, unos golpes suaves pero contundentes en la puerta de su despacho destriparon la magia. Profirió un “adelante” con desgana q hizo q automáticamente la puerta se abriera dejando entrever la poderosa silueta de una mujer de unos treinta y tantos con una melena frondosa hasta pasada media espalda y curvas de delito. Jack tragó saliva, se levantó e invitó a la desconocida a tomar asiento en el sofá del despacho. Allí pudo admirar la belleza q tenía ante él: puro nervio. El pelo voluminoso rubio natural caía por delante y por detrás de los hombros del cañón, una cara de ángel con ojos azul cielo y labios carnosos de escándalo firmaban una de las cartas de presentación más impactantes q había visto. La camisa a medio abrochar dejaba entrever la generosidad y buen gusto d la naturaleza al darle tal volumen de pechos a aquella diosa encarnada. Finalmente una falda a media pierna aseguraba q cada centímetro de las caderas de la poderosa afrodita fuera bien marcado redondeando así una de las figuras femeninas más potentes q Jack había presenciado en su vida.
-Disculpe la interrupción Jack, me llamo SUGAR y soy un magazine virtual de audiovisuales y de publicidad con el objetivo de poner sobre la mesa puntos q inviten a la reflexión e iniciar una tertulia. En estos tiempos q corren de colapso informativo SUGAR te ofrece la parte más dulce. Por favor ojéame, léeme y sobretodo opina, así nos enriqueceremos todos.
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