Lucio ascendía sin enterarse.
Aún saboreaba el último banco de calamares zampado cuando vio otro de medusas.
-Estoy de suerte, a por ellas.
Como quién come pipas peladas, se zampó 115 de golpe.
Descubrir calamares y medusas en la luna nunca fue noticia. Tampoco fue noticia que varios ejemplares se escaparan del Centro de Investigación. La gravedad zero que acumulaban se sumó a la que llevaban los calamares.
Fue entonces cuando Lucio se percató del ascenso. Por primera vez no controlaba su propio rumbo lo que le hizo cierta gracia. La preocupación vino cuando llegó a la superficie.
Por su lado, Manolo "el gaviota" no paraba de exclamar “dónde iremos a parar, esto cada día está peor” cuando de repente una orca de unas cuantas toneladas salió despedida del mar.
De un zarpazo cogió su cola y ante su sorpresa la pudo manejar hacia su minúsculo nido en las rocas. Que entrara o no, eso ya es otra historia.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Sorpresas MAYÚSCULAS.
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