martes, 5 de mayo de 2009

Dónde las ganas te encuentren.






¿Supongo que recordará la crisis del 2009?
Fue con ella que nació nuestra cadena de moteles.

La gente paulatinamente dejó de comprar casas, coches y teles.. también dejó de ir de viaje, de compras y al restaurante. Sin embargo, se seguía enamorando, conocían sus medias naranjas, conectaban instantáneamente, se deseaban con disimulo, los labios se mordían sensualmente, provocando al fin una explosión de amor en todo el planeta.

Se rompieron viejos matrimonios, parejas ya consolidadas por la hipoteca y los hijos, parejas que nunca llegaron a serlo, amantes clandestinos y amantes escondidos. Todo el mundo (nunca mejor dicho) sucumbió al amor.

Las nuevas parejas quisieron romper con el pasado y dejar de esconderse, querían sentirse libres, mostrar el amor que sentían, dando rienda suelta a las cosquillas estomacales, evitando a toda costa encerrarse en la jaula de antaño en que se habían convertido los dormitorios.
¿Te imaginas el Kaos que se originó?

Era necesario que hubiera orden.. hacer reservas, llevar las maletas, procurar la tranquilidad de los amantes... Nuestro patrón detectó la necesidad y fundó la compañía. Primero fueron bancos en pistas de tenis, luego párkings desiertos de supermercados, cementerios de coches, balas de paja, barcas en lagos públicos...

En mi caso, empecé como recepcionista en el primer motel que abrimos y no se imagina la cantidad de parejas inverosímiles que mis ojos han recibido, pero mi delicada salud hace que usted esté aquí. Es el momento de retirarme no sin antes procurar a la compañía un buen substituto y pienso que ya lo he encontrado. ¡Felicidades! el trabajo es suyo.
Le aconsejo que sea discreto y mantenga la boca cerrada, pase lo que pase, escuche lo que escuche. Buena suerte.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ya que el blog va de publicidad y el post sobre la eclosión del amor despué de la nada, recuerdo un anuncio de la colonia cacharel que al final decía: UN DÍA LA TERNURA MOVERÁ EL MUNDO. Me encanta la frase por que encierra mucho, de bella esperanza pero también de tenebrosa inquietud al saber realmente lo que mueve el mundo.